Temida por muchos, y adorada por otros, la entrevista de trabajo supone un momento decisivo para los candidatos a cualquier puesto de empleo. De hecho, el título de este post no está elegido al azar. La entrevista no marca el final del proceso de selección, sino el inicio de una etapa clave para diferenciarte como candidato.
Tras salir de una entrevista, puede que sientas una mezcla de alivio y ansiedad, preguntándote cuál será el próximo paso o si “ya te llamarán”, como suelen despedirse algunos reclutadores. Sin embargo, y lejos de lo que se podría pensar, esto supone una ventana abierta a aumentar tus posibilidades de contratación.
Desde cómo y cuándo enviar una carta de agradecimiento, hasta mantener un contacto estratégico con el reclutador, cada acción cuenta. Por eso, hoy te contamos cinco consejos que pueden ser tan cruciales como la entrevista misma.
1- Hablemos de la carta de agradecimiento
Lo primero es no confundir la carta de agradecimiento con la carta de motivación. La primera es una herramienta muy usada para explicar algunos detalles más de nuestra experiencia y puede ser clave en algunos procesos de selección para determinadas empresas.
La segunda, es un breve mensaje en el que agradecemos al entrevistador el tiempo de la entrevista. Esto no solo es cortesía, sino una herramienta muy útil para reafirmar tu interés en el puesto y recordarle al reclutador tus puntos fuertes.
Lo ideal es enviarla dentro de las 24 horas siguientes a tu entrevista, personalizándola lo máximo posible para reflejar aspectos específicos discutidos durante la misma. Este gesto demuestra profesionalismo y atención al detalle, cualidades muy valoradas en cualquier campo profesional.
A continuación te dejamos un ejemplo de estructura para tu carta de agradecimiento, usando la técnica del ‘sándwich de cortesía’:
- Un primer párrafo de introducción. Aquí puedes agradecer la oportunidad y el tiempo que el entrevistador ha dedicado a tu entrevista.
- Un segundo párrafo que será el centro de tu carta. En él puedes preguntar alguna cuestión que haya quedado en el aire en la entrevista o, mejor, aprovechar para destacar algún punto fuerte que se te pasó por alto comentar durante la conversación y que pueda resultar útil para el puesto. También puedes añadir un enlace a algún proyecto destacado sobre el que te hayan preguntado, con el fin de darle la máxima información posible a tu entrevistador.
- Un último párrafo con más agradecimientos y una pregunta abierta. Esto te servirá para iniciar de nuevo una conversación con el entrevistador. Puedes preguntar por los plazos del proceso o los próximos pasos a seguir.
2- Mantén el contacto con el reclutador
Muy en la línea del punto anterior, la carta de agradecimiento te abre una vía para mantener el contacto con el reclutador. Una acción que puede resultar decisiva, tanto para el puesto al que estás optando como para que el profesional te tenga en su ‘radar’ para próximos procesos similares.
En este sentido, un seguimiento cuidadoso, sin ser intrusivo, muestra tu entusiasmo y puede proporcionar información valiosa sobre el proceso de selección. Lo más común es continuar tu conversación por correo electrónico, aunque también puedes aprovechar para enviar un mensaje a través de LinkedIn (siempre de manera educada y asertiva), para expresar nuevamente tu interés por el puesto y preguntar cortésmente sobre el estado del proceso.
3- Pide siempre feedback, incluso si no eres seleccionado
Como hemos comentado en el punto anterior, mantener la comunicación con tu entrevistador es una inversión a largo plazo. Por ejemplo, en el mundo de las ventas, se considera que establecer una relación con un cliente potencial es mucho más que venderle algo: se trata de crear una relación de confianza mutua.
Por lo tanto, no ser elegido para un puesto no significa el final de la oportunidad. Y aquí es clave que te animes a solicitar feedback, especialmente en tus primeras entrevistas. Esto demuestra tu deseo de crecimiento profesional y puede ofrecerte insights valiosos para el futuro. Además, esta actitud proactiva deja una impresión positiva que podría resultar beneficiosa a largo plazo, especialmente si surgen nuevas vacantes en la empresa.
4- Cómo gestionar varias candidaturas
Puede que nunca te hayas visto inmerso en varios procesos de selección al mismo tiempo. Pero si lo has experimentado, seguro que te ha generado cierta ansiedad o dudas sobre qué harás si consigues uno de los puestos y tienes que rechazar los otros.
Y es que manejar adecuadamente varias candidaturas es una habilidad crucial en la búsqueda de empleo. La mayoría de portales de empleo ya ofrecen herramientas para organizar tus candidaturas por fecha o sector, pero puedes ir un paso más allá con una simple tabla de Excel. Apunta el nombre del entrevistador y su contacto, la empresa, la horquilla salarial y toda la información que necesites para hacer un seguimiento de cada proceso de manera eficiente.
5- Mejora continua
Cada entrevista es una oportunidad de aprendizaje. Una vez que sales por la puerta (o le das al botón de desconectar de Zoom) empieza un nuevo proceso en el que deberás reflexionar sobre tus respuestas, la dinámica de la conversación y cómo percibiste el interés del reclutador.
Utiliza esta información para ajustar y mejorar tus futuras presentaciones. La capacidad de mejora continua es una soft skill que demuestra adaptabilidad y resiliencia. Cualidades que son muy atractivas para los responsables de recursos humanos de cualquier empresa.
¿Qué hacer después de la entrevista de trabajo?
Como has podido comprobar, el proceso de selección se llama así por algo y no termina al salir de la entrevista. Más bien, se abre un nuevo abanico de acciones que pueden fortalecer tu posición como candidato.
Por último, recuerda que si este contenido te ha parecido útil puedes compartirlo con otros candidatos que estén buscando empleo. Y si tienes alguna duda puedes añadir tus preguntas en los comentarios para que entre todos aprendamos a gestionar mejor las entrevistas de trabajo.
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