No todo son noticias negativas. La inesperada mejorar de la Unión Europea y de Estados Unidos en el segundo trimestre puede ser el comienzo de una etapa en la que por fin las exportaciones españolas puedan empezar a crecer con mayor tranquilidad. Esta mejora también es muy positiva para países como China y otros emergentes, que habían visto como algunos de sus principales clientes como la UE y EE.UU. se venían abajo.
Este rebote económico ha servido para que se sostenga la demanda de los mercados mundiales durante el primer semestre, dejando unas perspectivas buenas para la segunda parte del año.
Si esta tendencia continuara los próximos meses provocaría una mayor estabilidad en los exportadores españoles, quienes se han visto obligados a cerrar diversas líneas de negocio por la caída de la demanda en Europa, principal mercado de las exportaciones españolas. También hay que recordar, como hablamos en anteriores artículos que la balanza comercial española ha alcanzado un equilibro no conocido desde hace mucho tiempo. Aunque si se mira más detenidamente muchas empresas no están en un equilibro tan aparente, sobre todo a nivel de exportaciones, donde pocas empresas abarcan mucho.
Francia y Alemania, clave para las exportaciones españolas
El mayor gasto de los consumidores en países como Francia y Alemania y el crecimiento de la zona euro, mucho mejores de lo esperado, han abierto una nueva perspectiva en el comercio exterior español. Pese a que las exportaciones españolas siempre hayan ido in crescendo esto puede ser el impulso definitivo para que España explote más aún sus acciones en el exterior.
Durante los primeros meses de 2013, las comercializaciones españolas en el exterior han crecido a un ritmo muy superior al del resto de los países de la zona europea, destacando por ejemplo las de mercancías, gracias sobre todo a su apertura a mercados como Japón, Estados Unidos y los emergentes.
Pero no hay que olvidar que Francia y Alemania importan conjuntamente alrededor del 35% de las exportaciones españolas, por lo que si se confirma el crecimiento de la demanda de estos países será un motivo para mirar con optimismo el futuro.
En los primeros meses de este año, las exportaciones españolas de mercancías ya avanzaban a un ritmo (7% anual en mayo) muy superior al del resto de países europeos, gracias a la progresiva entrada en otros destinos (EE UU, Japón y, sobre todo, emergentes). Pero Francia y Alemania, que concentran el 35% de las ventas de mercancías españolas, siguen siendo los principales clientes. Y el repunte de su demanda, otra tabla a la que agarrarse.
En cuanto a los sectores que mejor rendimiento están teniendo a la hora de exportar este año encontramos los bienes de equipo, con un 21% del total y subiendo un 18,1% interanual. Por detrás están los alimentos (15,2% del total y crecimiento del 6,3%); y el automóvil (14,4% del total, aumento del 5,7%).
Crece la competitividad española en el exterior
La competitividad exterior de la economía española aumentó en el primer trimestre de 2013 frente a la UE, la zona euro y el resto de la OCDE teniendo en consideración el Valor Unitario de la Exportación.
Eso sí, aunque este dato sea muy positivo, no hay que olvidar que la mano de obra en España es mucho más barata y el sueldo mínimo está muy alejado del de los principales países europeos. Y si para exportar esto es positivo no podemos dejar de lado que el consumo interno es cada vez más deficitario debido a las continuas bajadas de salarios que sufren constantemente los trabajadores españoles.
Veremos si esta mejora de la UE se consolida y España lo aprovecha.
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