El método Pomodoro es una de las técnicas de productividad y gestión del tiempo más populares. Sus seguidores destacan que es una forma muy efectiva para mantener cortos periodos de tiempo de full focus sobre una determinada tarea. En este artículo vamos a contarte todo sobre ella: en qué consiste, cómo puedes aplicarla a tu rutina de trabajo y por qué es tan útil.
¿Qué es el método Pomodoro?
El método Pomodoro es una técnica para mejorar la productividad. Consiste en dividir la jornada de trabajo o estudio en breves espacios de 25 minutos de duración. La idea es que, durante ese tiempo, la persona debe concentrarse al máximo en la tarea que esté haciendo, evitando distracciones de todo tipo.
Este método resulta muy útil para muchas personas porque les permite llevar a cabo tareas de manera más eficiente. Después de cada ‘pomodoro’ de 25 minutos, se realiza un descanso breve de 5 minutos y luego se vuelve a empezar hasta completar un ciclo de 4. Tras esto, se realiza un descanso algo más largo, de 15 minutos entre ciclo y ciclo.
Esto hace que esta técnica sea muy versátil, ya que puedes hacer tantos ciclos como quieras dentro de tu jornada de trabajo.
¿Cómo surgió el método Pomodoro?
El método Pomodoro fue creado por Francesco Cirillo, un estudiante italiano que estaba buscando nuevas formas de aumentar su productividad. Las largas jornadas de estudio que requería su carrera le resultaban agobiantes y estaba frustrado porque no conseguía sus objetivos. Al mismo tiempo, detectó que al resto de sus compañeros les ocurría lo mismo.
Su solución fue tan sencilla como brillante: usar un temporizador de cocina con forma de tomate (pomodoro en italiano) para concentrarse durante 10 minutos. El resultado fue un aumento de su eficiencia y concentración, por lo que fue probando a aumentar el tiempo de focus.
Tras hacer una serie de pruebas, se dio cuenta de que su productividad caía en picado tras 30 minutos de tarea. Por esta razón, determinó que 25 minutos era el tiempo perfecto para estar cien por cien concentrado en su estudio, tras lo cual tomaría una pausa.
Así nacía la técnica Pomodoro, que actualmente es una de las más usadas en todo el mundo para la gestión del tiempo.
¿Cómo usar correctamente la técnica Pomodoro?
Antes de hablar sobre cómo puedes implementar la técnica Pomodoro, conviene detenernos en la anécdota anterior. Y es que la búsqueda de este método por parte de Cirillo nos enseña una valiosa lección: hay que adaptar esta técnica a lo que realmente te funcione.
Para su creador, 25 minutos era su límite máximo de concentración, pero para ti puede ser diferente. Por ejemplo, he conocido compañeros desarrolladores de software que configuraban su temporizador (virtual) en sesiones de 30 o 45 minutos, dependiendo de la tarea.
En otras palabras, debemos poner la técnica Pomodoro a nuestro servicio, y no al revés.
Así puedes implementar la técnica Pomodoro a tu rutina
Bien, una vez entendido esto, vamos a ver cómo puedes aplicarla a tu día a día:
- Confecciona una ‘to do list’. Lo primero es hacer un listado de las tareas que tienes por delante en tu jornada.
- Reflexiona sobre tu tiempo. Calcula aproximadamente cuánto tiempo crees que te llevará cada tarea.
- Divide cada tarea en ‘pomodoros’. Por ejemplo, una tarea de una hora requiere 3 pomodoros de 25 minutos para completarse.
- Prueba y error. Si 25 minutos te parecen muy poco, ve probando a aumentarlo gradualmente hasta encontrar tu ‘pomodoro’ ideal.
- No renuncies al tiempo de descanso. Una de las claves del método Pomodoro está en la combinación de tiempo efectivo de trabajo y descansos breves. Un error muy común es tomar descansos más cortos o directamente saltarlos. Sin embargo, esas pequeñas pausas son las que te permitirán despejar la mente y mantenerte concentrado en el siguiente ciclo, por lo que debes hacerlas sí o sí.
Ventajas de usar el método Pomodoro
Ahora ya sabes cómo puedes aplicar el método Pomodoro a tu rutina de trabajo. Pero antes de despedirnos, vamos a contarte algunas de las principales ventajas de esta técnica:
- Mejora la gestión del tiempo y la productividad.
- Aumenta la concentración en la tarea realizada, lo que permite ser más eficiente y preciso en cada acción.
- Permite evitar distracciones, como los correos electrónicos o las redes sociales.
- Aumenta la motivación.
- Permite obtener mayor satisfacción en el trabajo, dado que al completar con éxito cada uno de los ciclos recibimos un pequeño ‘premio’ en forma de descanso.
Y a ti ¿qué te parece el método Pomodoro? ¿Te sirve o prefieres otros métodos de gestión del tiempo? Nos encantaría leerte en los comentarios 🙂
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