Mujer cansada en el ordenador por tecnoestrés

Demasiados emails acumulados en la bandeja de entrada, mañanas repletas de reuniones a través de videollamadas o incluso la sensación de estar sobrecargado de información mientras teletrabajas. El estrés tecnológico es una realidad. De hecho, se trata de uno de los escenarios más comunes en un gran número de empresas. ¿Cómo evitar el tecnoestrés en el teletrabajo?

Muchas personas pensaban que trabajar en casa sería una gran oportunidad para conciliar su vida laboral y profesional. Sin embargo, no es así para todas. Algunas han experimentado mayores niveles de estrés y agotamiento que otras o se han sentido verdaderamente embotadas.

Según un estudio del Instituto de Seguridad y Bienestar Laboral (ISBL), el 42% de los trabajadores consideran que el uso de las tecnologías les genera consecuencias negativas. La vida en remoto también tiene sus consecuencias, especialmente cuando no se adoptan medidas para protegerse.

Veamos a continuación en qué consiste el tecnoestrés y de qué manera prevenirlo para sentirnos mejor.

¿Qué es el tecnoestrés?

El término «tecnoestrés» fue acuñado por Craig Brod en 1984 para referirse a la sensación de agobio generada por el uso de las nuevas tecnologías. Por su parte, Larry Rosen y Michele Well explicaron en 1997 este como el impacto negativo de las tecnologías, tanto directo como indirecto, en las actitudes, la fisiología, el pensamiento y los comportamientos de una persona.

El tecnoestrés es un estado psicológico negativo originado por el mal uso de las tecnologías junto a otros factores como una pobre capacidad de autocontrol y una baja tolerancia a la frustración.

Tipos de tecnoestrés

Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo existen tres tipos de tecnoestrés:

  • Tecnoansiedad. Se trata del tipo más habitual. Está relacionado con elevados niveles de activación fisiológico que producen malestar y mucha tensión, ansiedad y pensamientos negativos derivados del uso presente y futuro de las tecnologías de la información y la comunicación. Incluso hay quien desarrolla fobia a estas, lo que se conoce como tecnofobia.
  • Tecnofatiga. Se trata del cansancio y el agotamiento cognitivo y mental que puede llegar a experimentar la persona por el uso continuado de las tecnologías. Además, suele estar asociado a la creencia de que estas no son eficaces.
  • Tecnoadicción. Es el deseo incontrolable de estar conectado en todo momento y durante largos períodos de tiempo. Este comportamiento, como cualquier otra adicción, causa bastante malestar y deteriora la vida de la persona.

Causas

A nivel general, las causas que producen este fenómenos son variadas. No obstante, la principal razón es la presión para mantenerse al día con las nuevas mejoras a nivel de tecnología. 

Por otro lado, entre otras causas podemos señalar las siguientes:

  • La necesidad de estar siempre conectado y localizable o la sensación de conexión digital perpetua.
  • El exceso de información y la demanda de conocimiento.
  • El rechazo en la medida de lo posible del uso de la tecnología por no considerarse apto o con habilidad para manejarla.
  • La difusión de límites entre la vida laboral y personal.

Cómo evitar el tecnoestrés en el teletrabajo: 7 claves

A pesar de la existencia de normativa específica que contempla el derecho a la desconexión digital y de la responsabilidad que tiene la empresa de preservar la salud laboral de los empleados que trabajen a distancia, tú también puedes hacer algo.

A continuación te explicamos algunas estrategias que puedes comenzar a implantar hoy mismo para evitar el tecnoestrés en el teletrabajo:

Define un horario laboral y respétalo

Planifica tu agenda y ponte horarios fijos, siempre y cuando sea posible. No te sobrecargues en exceso y ten en cuenta los posibles imprevistos. Quizás a veces no sea demasiado fácil, pero es muy necesario.

Si no tienes un horario fijo, desconectar te será casi imposible y descansar mucho menos. Fíjate un horario y cuando acabes, se acabó la jornada laboral y todo lo que ello implica.

Además, también te vendrá muy bien definir un horario para las comunicaciones laborales. Por ejemplo, podéis acordar turnos de conexión. Eso sí, lo importante es que preserves un número de horas de desconexión digital.

Y luego, tómate un respiro, relájate, ve al gym, disfruta del tiempo con tu familia o queda con ese amigo, lo importante es que el trabajo acabó y ahora te toca a ti.

Prioriza tus tareas

Es cierto, a veces no el tiempo no llega para hacer todo lo que tienes pendiente. Sin embargo, siempre puedes y debes priorizar y diferenciar entre lo urgente y lo importante. 

Aunque parezca una tontería, haz un listado y ordena tus tareas según tus prioridades, ya verás como todo será distinto.

Haz pausas

Que trabajas a distancia no implica que no puedas hacer pausas. De hecho, hacerlas de forma regular para descansar la vista y dar unos pasos es muy recomendable para evitar el tecnoestrés.

Vístete para ayudar a tu mente

No es tan absurdo como parece, pues al vestirte tu mente también entiende que no vas a relajarte y comienza a entrar en acción.

Es cierto que por un día no pasa nada por estar en pijama, pero si te habitúas a ello estás enviando a tu cerebro un mensaje de desgana que poco a poco se convierte en pereza y en malestar. Lo que afectará a tu autoestima. Por lo tanto, ¡vístete como si fueras a la oficina!

Trabaja en un lugar concreto, si es posible

Si puedes, destina un lugar de tu casa para teletrabajar y si puede ser diferente al salón o a tu habituación mucho mejor. La idea es que tu mente asocie ese lugar al trabajo y que el resto de espacios de la casa no se contaminen de esto.

Eso sí, no siempre es posible, por lo que si en tu caso no es así, al menos trata de salir del lugar en el que trabajas una vez terminada tu jornada laboral. Así darás tiempo a tu mente para desconectar y no mezclar espacios con ideas y sensaciones.

Haz deporte

No hay listado relacionado con la salud y el bienestar en el que el deporte no aparezca y si hablamos de evitar el tecnoestrés mucho mejor.

Hacer ejercicio te ayudará a sentirte mejor porque te permitirá liberar estrés, mejorar tu mente y depurar el agotamiento y el cansancio del día a día. Elige aquel con el que te encuentres más cómodo y ponte en marcha.

Separa tu vida profesional de la personal

Cuando acabes tu jornada laboral, respétalo. Ese tiempo es para ti, no para seguir enviando emails o recibiendo llamadas. Tu vida personal también es importante, no cometas el error de ignorarla.

Como hemos visto, el tecnoestrés es una gran fuente de insatisfacción laboral. Sin embargo, existen diferentes estrategias que pueden ayudarte a prevenirlo, además de aquellas implantadas por la empresa. En el caso de que la situación vaya a más y sientas que no puedes controlarla, lo recomendable es que pidas ayuda profesional.

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