El enfoque sobre el éxito empresarial ha ido cambiando a lo largo de los años. A día de hoy, no solo son importantes los buenos resultados, sino también la retención del talento. Y para ello es imprescindible la preocupación por el bienestar de los trabajadores. En este contexto, la psicología positiva en el trabajo o psicología positiva organizacional (POP) tiene mucho que decir, ya que su eje central es el fomento del bienestar en el ámbito laboral. A continuación, lo vemos.
Psicología positiva organizacional: cómo surgió y en qué consiste
Antes de pasar a definir en qué consiste esta disciplina es necesario entender que este concepto surge a partir de la corriente psicológica de la psicología positiva. Un enfoque que surgió en los años 90 a partir de la conferencia que impartió el psicólogo estadounidense Martin Seligman. Este se fundamentaba en la necesidad en psicología de estudiar qué es lo que hace feliz al ser humano y qué le permite estar bien; en lugar de seguir enfocándose en el abordaje de las enfermedades y su tratamiento.
A partir de ahí, surgió una revolución en el campo de la psicología a la que muchos científicos y psicólogos se sumaron y que a día de hoy sigue vigente. Fruto de ello es su aplicación al contexto laboral y el nacimiento de la psicología positiva en el trabajo, ya que en el ámbito organizacional también predominaba el estudio de los problemas de las empresas para intentar erradicarlos. Así, la aparición de la psicología positiva organizacional supuso también un cambio de enfoque en el marco laboral.
Psicología positiva en el trabajo: ¿de qué trata?
La psicología positiva en el trabajo consiste en el estudio de las condiciones óptimas de salud de las personas y los grupos en la organizaciones. Además, de tratar de garantizar una adecuada gestión del bienestar psicosocial en el trabajo y el desarrollo de las organizaciones para que sean más saludables.
Por lo tanto, sus objetivos principales son los siguientes:
- Predecir y favorecer el funcionamiento óptimo en las empresas.
- Potenciar el bienestar psicosocial.
- Mejorar la calidad de vida laboral.
A modo de resumen, la psicología positiva organizacional trata de responder a la pregunta de qué es lo que caracteriza a los empleados y organizaciones positivas. Y la respuesta que tienen a día de hoy, a partir de los estudios e investigaciones realizados, es la combinación de salud y resiliencia.
Esta conclusión es explicada a partir del modelo HERO (Healthy & Resilient Organization). En él se propone que en una organización positiva deben estar presentes tres componentes que interaccionan entre ellos y se benefician mutuamente. Son los siguientes:
- Recursos y prácticas organizacionales saludables: recursos de tareas, sociales y prácticas organizacionales.
- Empleados y grupos de trabajo saludables: emociones positivas, creencias de eficacia, resiliencia y engagement en el trabajo.
- Resultados organizacionales saludables: compromiso, rendimiento, buenos resultados y relaciones con el entorno organizacional y responsabilidad social empresarial.
Además, es conveniente mencionar que según varios estudios, llevar a cabo prácticas positivas que favorecen el desarrollo y el crecimiento de los empleados se relaciona de forma positiva con resultados favorables en la organización, como por ejemplo la mejora del rendimiento.
¿Cómo aplicar la psicología positiva en el trabajo?
Ahora que ya sabemos en qué consiste esta disciplina, veamos de qué manera podemos introducirla en el contexto laboral.
Aumentar las emociones positivas
Se trata del aspecto más transversal de todos: tratar de que las personas que componen la organización experimenten emociones positivas. Eso implica que se cultive una visión optimista a nivel general, pero responsable, es decir, sin olvidar los posibles riesgos y amenazas que puedan aparecer.
Para ello, es necesario que aplicar los aspectos que veremos a continuación, ya que servirán de apoyo para fomentar un adecuado clima laboral.
Incluir programas de bienestar y salud
Como hemos visto, el bienestar laboral es clave para tener equipo de trabajo motivados, comprometidos y productos. De ahí que barajar la posibilidad de incluir programas de bienestar y salud sea muy recomendable. Empresas como Google, Facebook, Nike o Netflix lo llevan a cabo y tienen muy buenos resultados.
Se trata de un conjunto de medidas enfocadas no solo a mejorar el clima laboral y la integración de los trabajadores, sino también a incrementar su bienestar junto al de sus familias. Así, estos programas incluyen actividades y propuestas muy variadas relacionadas con la conciliación familiar, el ocio y planes de formación, financieros, asistenciales, educativos e incluso de apoyo legal.
De esta forma, se fortalece el vínculo emocional con las personas que forman parte de la organización como consecuencia el engagement laboral.
Favorecer el desarrollo de habilidades y la seguridad laboral
Muy relacionado con el anterior punto, el hecho de incluir actividades y programas para fomentar el desarrollo de habilidades suele estar muy bien valorado por los empleados. Aquí se incluyen tanto las competencias profesionales generales como más específicas, entre las que suele destacar el fomento de la comunicación.
Proporcionar feedbacks y apoyo social
Obtener un feedback por parte de un jefe de equipo o supervisor es algo muy demandando por los trabajadores y poco practicado a nivel organizacional. De ahí que incluir este tipo de prácticas contribuya al aumento del bienestar organizacional y la sensación de pertenencia y apoyo social.
Eso sí, siempre y cuando se equilibren los comentarios positivos y negativos. Para ello, es muy importante formar a los diferentes responsables y directivos en habilidades comunicacionales en el trabajo.
Fomentar el trabajo en equipo
Saber trabajar en equipo es esencial para cualquier organización, pero no todo el mundo sabe cómo hacerlo o no todas las personas funcionan igual entre ellas. Por eso, es importante no dar este aspecto por sentado, analizarlo y ver cómo mejorarlo.
Fomentar un adecuado trabajo grupal es clave para que cada miembro de la organización tenga una percepción positiva de su trabajo y de la empresa en general.
Tener en cuenta la percepción de los stakeholders de la empresa
Otro de los aspectos claves a la hora de aplicar la psicología positiva en el trabajo y que asegura una buena reputación es saber la percepción de los stakeholders (partes interesadas) de la empresa.
Aquí es necesario preocuparse tanto por aquellos que forman la parte interna de la empresa (empleados, gerentes y propietarios), como aquellos que componen la externa (proveedores, sociedad, acreedores, clientes, etc). De esta forma, será más fácil hacerse una idea tanto global como específica para mejorar ciertos aspectos y contribuir a una percepción de bienestar general.
Ejercer un liderazgo transformacional
Como último punto y no menos importante, destaca la adopción de un liderazgo transformacional. Se trata de un tipo de liderazgo enfocado no solo en ayudar al grupo en la consecución de los objetivos, sino que también se preocupa por prestar ayuda a cada persona para que alcance su pleno potencial.
De hecho, según el psicólogo y experto en liderazgo, Ronald E. Riggio, quienes desarrollan este tipo de liderazgo son considerados como los mejores líderes. Para ello, son aspectos claves la estimulación de la creatividad, el fomento de la participación, una actitud positiva y ser capaz de motivar y ofrecer recompensas, entre otros.
Como vemos, la psicología positiva en el trabajo es una disciplina que cuenta con un gran número de beneficios tanto para la organización en general como para los trabajadores en particular. Y es que cuando se trabaja a favor del bienestar no puede ser de otra manera.
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