¿Ser asalariado o ser freelance? He ahí la cuestión. Si estás pensando en cambiar de trabajo para empezar a trabajar por cuenta propia o si buscas montar tu propio negocio, hoy tenemos algo importante que contarte.
Porque cada una de estas modalidades de empleo tiene sus ventajas e inconvenientes, tanto para los candidatos como para los técnicos de selección de personal. Y en este artículo vamos a repasar las más importantes para que puedas tomar la mejor decisión.
¿Asalariado o freelance?
Empecemos por el principio. Ser asalariado es la forma más común de empleo en España. Actualmente, el 74% de los trabajadores de nuestro país lo hacen para una empresa que paga su salario a final de mes, según la última encuesta de población activa llevada a cabo por el INE.
Por otro lado, el 16% de los españoles han emprendido la aventura de trabajar como autónomos. Y decimos aventura no sin motivo. Porque lanzarse a trabajar por cuenta propia puede suponer, sin duda, toda una vorágine de emociones. Pero claro, también es una experiencia de lo más gratificante. E incluso, dependiendo del sector, puede ser la única forma viable de encontrar un puesto de trabajo, digamos, estable.
Así que vamos por parte. Para empezar, vamos a contarte cuáles son las ventajas de trabajar como asalariado:
Ventajas de trabajar como asalariado
- Mayor estabilidad laboral. Aunque depende mucho del puesto, los trabajos por cuenta ajena suelen estar ligados a contratos de larga duración o indefinidos. Esto supone una mayor estabilidad que los trabajos freelance, que suelen ser por proyectos o por obra y servicio.
- Sueldo fijo y sin sorpresas. Los trabajadores por cuenta ajena cobran un sueldo fijo a final de mes de manera regular. Al firmar el contrato sabes lo que vas a cobrar y cuándo. Algo que contrasta con la experiencia freelance.
- Menor burocracia. Las empresas que contratan se encargan de incluir el pago de impuestos dentro de cada nómina. En la mayoría de los casos, basta con que el trabajador presente una declaración anual de la renta para sus impuestos.
- Jornada laboral según convenio. El horario y el número de horas trabajadas de este tipo de trabajadores también está regulado por ley. Esto supone mayor rigidez, pero también una manera más fácil de organizarse entre el tiempo laboral y el tiempo libre.
- Vacaciones. Por ley, los trabajadores disponen de un mínimo de 30 días de vacaciones remuneradas por año trabajado.
Inconvenientes de trabajar como asalariado
Y ahora vamos con las desventajas de trabajar como asalariado:
- Menor posibilidad de crecimiento. Es cierto que existen empresas ofrecen planes de promoción para empleados. Pero la triste realidad es que otras muchas ponen bastantes trabas al crecimiento profesional, tanto en materia de formación, como en posibilidad de ascenso.
- Menor o nula flexibilidad de la jornada. La mayoría de las empresas tienen una jornada laboral completa de 8 horas diarias. Por lo cual es complicado tratar de salirse de ese horario.
- Menos tiempo libre. La jornada de ocho horas, a la que hay que sumarle desplazamientos hasta el lugar de trabajo, hace que muchas personas dispongan de tiempo libre real solo los fines de semana.
Ventajas de trabajar como freelance
Ya hemos visto los pros y los contras de ser asalariado. Ahora le toca el turno a los trabajadores autónomos. Veamos cuáles son las ventajas de trabajar como freelance:
- Libertad (casi total) de horarios. Los freelance pueden elegir sus horarios, cuánto tiempo dedican a cada cliente, las pausas y los descansos. Si les apetece trabajar, por ejemplo, en fin de semana y descansar el martes y el jueves, lo pueden hacer.
- Equipo a medida. Es cierto que hay que invertir para ello, pero cualquier trabajador freelance puede olvidarse de ordenadores lentos, máquinas de café estropeadas o incluso de tener que llevarse el tupper a la oficina. Con un poco de planificación, pueden trabajar con un equipo a medida para sus necesidades.
- Flexibilidad. Pasar una mañana de compras o disfrutar de un tranquilo desayuno es algo difícil con una jornada normal, pero no para un autónomo.
- Capacidad de elección. Aunque a veces la necesidad aprieta, los autónomos pueden escoger con mayor facilidad los clientes con los que quieren trabajar, así como a sus compañeros de trabajo o incluso contratar personal.
- Mayores beneficios. Trabajar como freelance tiene la ventaja de que tú fijas tus tarifas y, si trabajas más, puedes llegar a generar muchos más beneficios que trabajando para una empresa.
Inconvenientes de trabajar como freelance
Y aquí las desventajas de trabajar como freelance:
- Mayor inestabilidad. Los trabajos freelance suelen ser por proyectos. Esto hace que una vez que termina uno de ellos, no puedas saber si te volverán a contratar en otro, o cuándo volverán a hacerte un encargo.
- Mayor tiempo de trabajo. La mayoría de freelancers se mueven entre la fina línea que separa los ingresos mínimos para vivir, de la autoexplotación. Si no se sabe encontrar el término medio, se pueden acabar trabajando muchas más horas que en un puesto de asalariado.
- Más gastos. Si lo reducimos a la mínima expresión, puede que con invertir en un ordenador portátil sea suficiente. Pero inevitablemente habrá que pagar gastos como una línea de teléfono, internet, luz, agua, transporte para reuniones, comida e incluso el alquiler de una oficina o un coworking. Todo a cargo del trabajador.
Como hemos visto, existen motivos de sobra para decantarse por cualquiera de las dos opciones, tanto trabajar como asalariado o como freelance. Por tanto, tu elección deberá depender de las ventajas que más valores. Si la estabilidad de un trabajo fijo, en perjuicio del beneficio económico y tu tiempo, o la libertad de un trabajo freelance, que a veces puede llegar a ser más inestable.
Y tú, ¿qué prefieres? ¿Trabajar como autónomo o como asalariado? Déjanos un comentario con tu opinión y te responderemos 🙂
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