La comunicación organizacional, requiere que las organizaciones estén a la vanguardia para enfrentar con dinamismo los estándares de calidad que demandan las exigencias del mundo actual. Para tal efecto, se requiere de un compromiso organizacional que valore los procesos de comunicación organizacional que permitan a las empresas mantenerse vigentes en cuanto a excelencia y competitividad.
Hoy está teóricamente asumido que la comunicación organizacional es una actividad consustancial a la vida de la organización, es “la red que se teje entre los elementos de una organización y que brinda su característica esencial: la de ser un sistema” (Katz y Khan,1986), “el cemento que mantiene unidas las unidades de una organización” (Lucas Marín, 1997), el alma o “el sistema nervioso de la empresa” (Puchol, 1997). Pero la comunicación no hay que entenderla únicamente como el soporte que sustenta las distintas actividades de la organización; la comunicación es un recurso, un activo que hay que gestionar.
Para la gestión de los distintos tipos de comunicación organizacional se hacen necesarios en cualquier empresa moderna (comunicación interna descendente, ascendente y horizontal y comunicación externa) las empresas “excelentes” e innovadoras se dotan de un departamento específico denominado Departamento de Comunicación o Gestión de Información o de una Dirección de Comunicación o de un Gabinete de Imagen, de Relaciones Públicas o de Prensa. Ahora bien, no debemos olvidar que la comunicación no es sólo función de un departamento, sino que debe asumirse por cada jefe y su equipo. Por lo que la existencia de estos departamentos puede ser tanto un reflejo de la importancia concedida a la comunicación como un indicador de los déficits que se producen en otras partes del sistema. Mientras en estas empresas se concede un valor creciente a la comunicación considerándola un factor diferencial que repercute en su imagen, en su productividad y en la calidad de vida laboral; en otras muchas sigue predominando la política de oídos sordos, de puertas cerradas y sigue cometiéndose el error de identificar “comunicación” con “información”.
La necesidad de comunicación organizacional se ve reforzada cuando observamos las múltiples ventajas que se derivan de ella, tanto para la organización como para las personas:
- Los procesos de comunicación, desde una perspectiva sistémica, permiten a la organización mantener la coordinación entre sus distintas partes y alcanzar así su característica esencial: la de ser un sistema (Katz y Kahn, 1986). La acción coordinada y el trabajo en equipo, frente al trabajo en solitario sin interacción cooperativa y coordinada, contribuirán a lograr los objetivos estratégicos.
- La comunicación es, además, un instrumento de cambio. El pensamiento estratégico lleva implícito un mensaje de cambio: la necesidad de adaptación al entorno cambiante en el que vive la organización. En este contexto, la comunicación interna permite la introducción, difusión, aceptación e interiorización de los nuevos valores y pautas de gestión que acompañan el desarrollo organizacional.
- Por otro lado, uno de los objetivos que toda organización persigue es que sus trabajadores estén motivados, identificados con los objetivos organizacionales.
- Los trabajadores a su vez necesitan estar informados para sentirse parte activa de la organización y que la participación reciba el adecuado reconocimiento. De este modo, la comunicación al incrementar la posibilidad de participación, favorecer las iniciativas y movilizar la creatividad, se convierte en un factor de integración, motivación y desarrollo personal.
Todo ello contribuirá a la mejora de la calidad de vida laboral y a la calidad del producto o servicio ofrecido por la organización, al aumento de la productividad y el incremento de la competitividad. Hay que recordar que, dada la competitividad del entorno, la organización no solo deberá competir en la calidad de los servicios o productos que ofrezca, sino en la calidad de vida laboral que otorgue a sus activos humanos. En la búsqueda de la Calidad Total, la comunicación aparece como un elemento fundamental de partida, haciéndose cada vez más necesaria la planificación de los medios de comunicación y el uso adecuado en las estrategias de comunicación, de tal modo que condicionen una óptima eficacia de los mensajes.
La comunicación es fundamental. Los empresarios desconocen la perdida de tiempo y efectividad que supone no tener un buen sistema de comunicaciones. Que a fin de cuentas incide en la productividad.
Concuerdo contigo Luis, los problemas de comunicación que pueden existir en las empresas pueden ser muy importantes y generar problemas reales en el desempeño del trabajo y la correcta ejecución de las funciones, en muchas ocasiones, las empresas no se dan cuenta de esto hasta llegar a situaciones limites en el equipo de trabajo. Muchas gracias por tu comentario, saludos.
La comunicación interna es todavía una cuestión pendiente en las organizaciones que, como bien dice el artículo, suelen confundirlo con «información» y más concretamente con información ascendente, ya que otro problema de la comunicación es la falta de retroalimentación (feedback). Se tiene en las empresas a solicitar informes, estudios, propuestas, comentarios, valoraciones y en ocasiones no se entiende el objetivo perseguido y lo que es peor, no se transmite ninguna respuesta, resultado ni conclusión, con todas las consecuencias que esta forma de hacer conlleva.