La realidad exportadora de las empresas muchas veces es más compleja de lo que puede parecer. Está claro que el crecimiento de las pymes muchas veces pasa por la internacionalización, pero las ganas de abarcar nuevos mercados y de progresar en ocasiones se ven truncadas por el desconocimiento de lo que se nos viene encima. En anteriores artículos hemos destacado la figura del Director de Exportación como base para empezar a desarrollar nuestra actividad exportadora. Y sin duda, así lo pensamos, ya que contar con un buen director nos evitará tener que ir apagando fuegos que de seguro aparecerán y podremos solucionar problemas a la hora de exportar.
Según el estudio La importancia del tamaño en la empresa española el tamaño de la empresa es uno de los elementos primordiales para que una pyme pueda comenzar a exportar. De acuerdo a su tamaño una empresa podría comenzar su internacionalización ya que existen varios inconvenientes que muchas veces una pequeña empresa no puede solventar como son el endeudamiento, la temporalidad y la pujanza de la demanda interna durante la fase expansiva.
Otros factores como son la longevidad de una compañía, el sector donde desarrolla su actividad, sus partners en el exterior, el I+D o la forma en la que está creada son puntos que muchas veces determinan el éxito o fracaso de las operaciones.
A su vez algunos factores que si son positivos para una empresa a la hora de exportar son la innovación, la participación de capital extranjero (ideal que sea del lugar donde vamos a exportar) y los altos índices de productividad.
Una vez resumido esto pasamos a resumir varios puntos a tener en cuenta y soluciones para evitarlos con un buen planteamiento:
Errores y problemas a la hora de exportar:
Burocracia: Los trámites burocráticos muchas veces pueden sobrepasar la paciencia de uno. Y saber controlar y conocer como trabajan las aduanas es básico. Es muy importante realizar las facturas y albaranes lo más detallado posible con el fin de no alargar el proceso. Todo debe estar claro y no generar duda. Si no también es probable que nos ganemos una multa. La página del ICEX es una buena fuente de información para aprender a preparar correctamente documentos comerciales. También de transporte, seguros etc.
Cultura: Como hablamos en el artículo anterior conocer la cultura y el país al que nos enfocamos es imprescindible. Ya no solo a nivel social si no mercantil ya que saber de antemano la relación calidad-precio asociada a los valores culturales y nicho de mercado es necesario para no fracasar. Por ello, apoyándonos en un buen director de exportación podemos evaluar y adaptar nuestra estrategia para que nuestro producto esté lo más afinado posible. Como consejo el consultar las plataformas de comercio online de los países puede servir para comparar los precios de nuestra competencia.
Además, como consejo hay que saber y tener en la mente que aunque el negocio funcione en nuestro país no tiene porque ser así en nuestro país destino. Es un grave error tratar de trasladar tal cual un negocio de un país a otro, sino que hay que adaptarse a la cultura y los consumidores del país destino.
Lógistica: Sin duda uno de los problemas más importantes. La rapidez de transporte es necesaria ya que al final el alargar los tiempos supone perder dinero. Por ello hay que estar lo más informado posible sobre aranceles, aduanas, los cambios de carga y los seguros de transporte. Es básico contactar con una empresa de confianza y estar lo más cubiertos posibles ante cualquier daño o pérdidas. Por ejemplo, en un sector como es el de la cerveza artesanal, la rapidez a la hora de transportar un producto es clave para la frescura y la calidad del mismo, muchas veces se han estropeado durante el viaje, lo que es un problema mayúsculo y muchas veces acaba en quejas de los clientes o devoluciones de barriles, con el consecuente daño en imagen y económico.
Continuidad y paciencia: Hay que saber que exportar es un proceso lento y costoso, que bien llevado nos puede generar muchos beneficios. Según los estudios se necesita, solamente para conocer con buen detalle un país, año o año y medio. Posteriormente, una vez implantada nuestra estrategia hay que saber que no podemos rentabilizar todo con un solo movimiento u operación. Esto es prueba e, intentanto no fallar, seguir afinando y optimizando nuestra estrategia. Poco a poco debemos ir ganando la confianza de nuestro público y obtener una ventaja competitiva, reduciendo la expectativa de ganancias iniciales y convertirlo en ganar confianza y mercado.
También es importante saber que tenemos que centrarnos en lo que el mercado te pide de manera continua y no basarnos en opiniones rápidas o tendencias aparecidas en Internet.
Precio: Tener un precio competitivo va a determinar nuestro éxito o fracaso. Por eso debemos analizar el mercado, reorganizar nuestras estrategias y evaluar nuestra propia competitividad para saber la capacidad real que tenemos.
Estructura interna: Adaptar nuestra compañía e involucrar a nuestra parte exportadora con el resto de la empresa es necesario. Mantener una buena estructura interna e interconectada ayudará a que todos conozcan la mecánica exportadora. Muchas veces se utilizan empresas especializadas para buscar perfiles de personas que puedan desarrollar una estrategia conjunta entre los distintos departamentos, con el fin de llevar una estrategia exportadora conjuntamente.
En siguientes artículos seguiremos desarrollando problemas específicos y soluciones para que nuestra empresa tenga el mayor éxito posible. Desde GBS Recursos Humanos podemos ayudarte a dotarte de personal para tu departamento de exportación que cuente con el perfil internacional y las competencias profesionales para ayudarte a superar con éxito los problemas a la hora de exportar.
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