¿Exportamos para crecer o crecemos exportando?

Pese a que la entrada del euro en España en el año 2002 no ha hecho más que provocar un exhaustivo auge en los costes (un 20%), España es uno de los pocos países industrializados que ha conseguido mantener el tiempo en cuanto a las exportaciones se refiere. Esto se refrenda en la disminución de las cuotas de exportación  desde que entraran en escena de forma definitiva países como China o la India. Ejemplo de ello son países como Francia (-40,5%), Estados Unidos (-31,9%) o Alemania (12,2%). En este grupo también se encuentra España, pero con un descenso del 8,9%. Por supuesto que de ello podemos deducir que la demanda interna española es mucho más baja que la del resto de países citados, tanto por sueldos como por consumo.

Centrándonos en el tema de las exportaciones hay que tener muy en cuenta el tamaño de las empresas que se dedican a enviar sus productos al extranjero, ya que los costes laborales unitarios de los grupos o compañías más grandes han evolucionado de manera más satisfactoria y a un mejor ritmo de los de las pymes.

Esto lo corrobora la Fundación Sepi, que indica que el 3,5% de las empresas que exportan desde España representa el  88% del valor de las exportaciones totales. Esto no es para nada alentador si somos una empresa pequeña y queremos diversificar nuestro producto o servicio.

Como indican los datos el grado de concentración de las empresas es una de las características de la exportación española. Pero ello tiene mucho que ver con que son pocas las empresas que exportan o pueden exportar (solo un 12% del total en el caso de bienes y un 9% en el caso de servicios), como bien resaltan los investigadores del BBVA Research y como recoge El Exportador: “España cuenta con la ventaja de ser una de las economías con un sector exportador de los más diversificados del mundo, tanto en lo que se refiere a la variedad de productos como al número de países a los que exporta”. Los propios analistas recogen que “las empresas españolas de más de 250 trabajadores muestran una productividad un 65% superior a la media, mientras que las de menor tamaño presentan una productividad aproximadamente la mitad de la media. Las grandes empresas españolas son tan productivas como sus homólogas de Estados Unidos”.

Más allá del tamaño

En el estudio “The triggers of competitiveness: The EFIGE cross-country report” se indican algunos factores para potenciar la productividad y la internacionalización más allá del tamaño. Factores que que, conjugados de una forma eficiente y equilibrada, impulsarán el crecimiento de una empresa.

  • Capital humano
  • Innovación
  • Disponibilidad de canales específicos de financiación
  • Política de dirección
  • Estructura de la propiedad
¿Productividad o internacionalización?
Si analizamos la gran cantidad de estudios sobre la temática deducimos que la mejora de la productividad debe ser requerimiento “anterior” a la internacionalización. El citado estudio del Banco de España así lo afirma: “Las empresas exportadoras en un sector (y país) son una minoría (las que mejor se comportan en términos de productividad, tamaño, innovación, etc.). Este rendimiento superior estaría presente antes de que esas empresas exportasen, es decir, exportar sería el efecto, no la causa de la competitividad de una compañía determinada”.

La innovación, clave para la competitividad

En el informe “Are newly exporting firms more innovative? Findings from matched Spanish innovators”, se destaca que hay que saber diferenciar entre innovación de productos y la de procesos es una de las claves más importantes para las empresas. En ocasiones es casi imposible aprenderlo al comienzo pero las compañías que empiezan a exportar tienen un ratio 6 veces mayor de detección que las que no lo hacen. En el mismo informe se detalla que  “los exportadores tienen que adaptar su sistema de producción y reducir costes ante la miríada de necesidades de los mercados internacionales. Un ejemplo es la introducción de herramientas de seguimiento de producto (tracking) a través de Internet para facilitar las transacciones. (…) Las empresas se ven obligadas a buscar soluciones más imaginativas y eficientes para producir y vender productos fuera”.

Con motivo de encontrar los puntos importantes a la hora de conseguir ser más competitivos y poder exportar con éxito el ICEX hizo un curso en China llamado «Políticas de innovación y competitividad” con el fin de que tanto los empresarios y emprendedores españoles y chinos continúen acercándose y exploten uno de los mercados más atractivos del momento a nivel exportador e importador.

 A lo largo de las jornadas se señaló que la internacionalización y la innovación son dos caras de una misma moneda ya que como demuestran los resultados las empresas innovadoras compiten mejor en los mercados internacionales y las empresas expuestas a la competencia internacional se hacen más innovadoras.

Así que como vemos, conceptos como innovar, exportar y éxito van ligados de la mano. De esta manera lo señalo el consejero económico y comercial de España en la capital china, José Luis Kaiser Moreiras, quien resaltó la importancia de la interiorización del  I+D en la empresa con la cita:“si la inversión en I+D no se transforma en innovación dentro de las empresas, dicho esfuerzo inversor resulta poco eficaz».

Con lo dicho vemos que lo más importante es mantener un crecimiento equilibrado y ordenado. Tras dominarnos interiormente podemos ir innovando y aplicando nuestro conocimiento a nuevos mercados, en los que seguiremos aprendiendo y quizá fracasando, pero con una buena base sólida que sustente nuestros movimientos.

Fuente: .el-exportador.es

Foto: por Francisco Rojas

2 comentarios
  1. javier cazorla
    javier cazorla Dice:

    Excelente artículo, muy acertado en su análisis. Por desgracia, el incremento de las exportaciones sigue estando en manos de las grandes corporaciones, por lo que no hay que ser tan optimistas al publicar los datos de nuestras exportaciones.
    Por otro lado, habría que analizar los países de origen de esas corporaciones -la gran mayoría multinacionales.
    La pyme no arranca, no invierte o no puede hacerlo en I+D, no adquiere la formación necesaria para exportar -eso de pagar a un consultor no vá con la «filosofía» del empresario español. Todo ello es considerado un gasto, no una inversión.
    Un ejemplo: Llevo seis meses detrás de que una empresa que trata de exportar, modifique su página web, añadiendo al menos el idioma inglés. Hasta ahora, no he tenido éxito, y entiendo que algo tan simple y barato, condición indispensable para dirigirnos al mercado internacional, no se puede pasar por alto.
    Durante mas de 30 años, y relacionándome con muchísimas empresas de todo tipo (desde multinacionales hasta pymes) en España, no puedo entender que este tipo de cosas se consideren gasto.
    Otro ejemplo: Colaboro desde el año 1989 con bastantes entidades en Masters, Cursos y Seminarios de Comercio Exterior. Pues bien, algunos alumnos llegan tarde, no por el tráfico (cosa habitual en Madrid), sino porque sus jefes no le dejan salir antes…..lamentable.
    Por tanto, estimado Pablo, creo que tu análisis es muy bueno, realista e ilustrativo, y espero que estos humildes comentarios sirvan para ampliarlo.

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    • Pablo Lluesma
      Pablo Lluesma Dice:

      Gracias por tu comentario Javier,
      Sí la verdad es que yo trabajo con gente del mercado chino y lo que más me comentan es que la mayoría no tiene la web en chino, cosa totalmente ilógica. Si vas a un país no puedes ir en un idioma que la mayoría no te entiende.
      Voy a comenzar un proyecto ahora con una consultora vendiendo los espacios publicitarios de Baidu para publicitarse en el buscador chino incluyendo una estrategia de marketing online completa. Si te interesa puedes contactar conmigo.
      Un saludo

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