El gran cambio que han experimentado las organizaciones a lo largo de estos últimos años ha fomentado una manera de trabajar más colaborativa y cooperativa. La competencia de trabajo en equipo se ha impuesto por lo tanto a la individualidad y saber seleccionar a una persona que pueda ser un buen líder y capaz de gestionar esos equipos es clave para el perfecto desarrollo de la actividad o tarea
Cierto es que la figura del “jefe” muchas veces impone solamente por su propio cargo pero en las organizaciones muchas veces esos subjefes o líderes de equipo son los que marcan la diferencia. Ya sean por su contratación o por el programa de desarrollo de liderazgo con el que cuentan algunas compañías.
Aspectos para ser un buen líder:
A continuación trataremos algunos puntos que debe cumplir un buen líder de equipo para ganarse el respeto de los demás sin importar el cargo que ostente:
- Confianza del equipo: Lo principal es saber ganarse la confianza del equipo y saber construir junto a ellos una relación en la que la colaboración y ayuda mutua sirva para alcanzar más rápidamente y en mejores condiciones los objetivos previstos.De esta manera nos ganaremos el apoyo necesario para seguir creciendo.
- Autoanalizarse: Para esto es imprescindible que el líder o persona encargada de liderar conozca sus fortalezas y debilidades. Debe realizar un autoanálisis para saber cómo encarar las diferentes situaciones que se dan en el día a día con los miembros del equipo. Debemos empatizar y ponernos en el lugar de cada persona y tratarlas como nos gustaría que nos traten a nosotros.
- Inteligencia emocional. El líder es capaz de dirigir el desarrollo de las personas y de sus colaboradores. Un líder ha de ser soñador y apasionado, pero ha de conocerse a sí mismo, ser motivador, autorregularse, tener empatía y habilidades sociales.
- Fijarse en un modelo: Otro aspecto que debemos tener en cuenta son las personas que están por encima de nosotros (en el caso de ser jefe, nos fijaremos en otros jefes). Es clave poder asimilar los comportamientos de estas personas que nos sirven como ejemplos para ver cuáles son sus habilidades y cómo responden ante determinadas decisiones y situaciones. Siguiendo estos pasos podremos aplicarnos estas mejoras en nosotros y adaptarlas a nuestro rendimiento.
- Escuchar y ser humilde: El saber pedir opiniones y ser humilde es un punto muy importante para que los que rodean al líder lo vean como una persona cercana e implicada. Eso sí, siempre que se sepan aceptar las críticas y comentarios, sean más o menos positivos. Las personas que se creen que saben todo no suelen ser buenos líderes ya que pueden parecer egocéntricos y en cierta parte repelentes. De ahí que recomendemos escuchar siempre a tu equipo, analizar los comentarios e intentar mejorar día a día.
- Sé comunicativo y asertivo: Tu equipo te necesita. Es importante que todos se sientan con una cierta libertad para exponer sus ideas y crecer pero todos deben remar hacia el mismo lado. No es necesario que siempre hablemos a nuestro equipo, pero cuando es importante debemos habernos ganado el respeto para que nos escuchen. Y la única forma de hacer llegar todas las ideas es comunicándonos clara y honestamente con todos ellos sobre qué se necesita de ellos y para cuándo. La asertividad es una competencia muy importante en el trabajo en equipo muy utilizada para dar feedback de forma eficaz y con los compañeros.
Para ir finalizando recogemos el análisis que Liz Wiseman, ejecutiva de recursos humanos de Oracle, realizó tras entrevistar a más de 150 líderes de cuatro continentes que plasmó en su libro Multipliers: How the Best Leaders Make Everyone Smarter.
En él, sugiere que los líderes que son multiplicadores pueden doblar los resultados de sus equipos y mejorar el proceso. Estas son sus sugerencias sobre cómo ser un multiplicador, aspecto que sin duda nos permitirá que nuestros equipos produzcan mucho más rápida y con una mejora notable de calidad en los resultados.
- Ser un imán de talento que atrae y retiene a los mejores y a los más creativos y les ayuda a alcanzar su máximo potencial.
- Encontrar un reto que merezca la pena y que motive a las personas.
- Fomentar debates abiertos que permitan expresar distintos puntos de vista y opiniones.
- Proporcionar a los miembros del equipo responsabilidad sobre los resultados e invertir en su éxito.
Cumpliendo estos puntos podemos empezar a ser un mejor compañero y por ende mejor líder de nuestro equipo. Si tienes cualquier duda sobre cómo enfocar tu estrategia de liderazgo o si estás buscando cómo crecer para futuros trabajos desde GBS te podemos ayudar con nuestros coachs profesionales.
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